desde aquí la lengua baila
recorre las calles pegadita a las paredes 
hablando sola 
y da brincos de alivio 
porque se enferma sabiendo calor, 
segura de ser. 
se desenfrena olvidando a los amigos 
y en el momento de caer y justo antes de golpearse 
se descubre tersa y de todos.