11.10.09

Suenan mi nombre 
en un gimnasio oscuro, 
el delirio de la violencia y la lona esperando; 
abrir los ojos es verme en la ciudad, 
colegiales en el parque hablándose al oído 
camisetas celestes marcadas por manos sudadas. 
estúpido boxeador en un país sin héroes, 
mi homenaje 
haber dedicado horas en un salón asfixiante, 
los pómulos siempre despedazados, 
pero la mirada en vos 
desde la ventana de cualquier bus 
hacia el parque 
resquebrajado de tu historia 
sin triunfos y con tanta memoria.


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