en un gimnasio oscuro,
el delirio de la violencia y la lona esperando;
abrir los ojos es verme en la ciudad,
colegiales en el parque hablándose al oído
camisetas celestes marcadas por manos sudadas.
estúpido boxeador en un país sin héroes,
mi homenaje
haber dedicado horas en un salón asfixiante,
los pómulos siempre despedazados,
pero la mirada en vos
desde la ventana de cualquier bus
hacia el parque
resquebrajado de tu historia
sin triunfos y con tanta memoria.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario