ver mi mañana cubierta
por esa capa fina de las palabras que sobraron.
el café quedó así, sin recalentar
el queso se suavizó tanto que tuve que tirarlo
y la masa blanca en el basurero dolió.
la cocina un museo triste de lo nuestro,
todo intacto,
y los gatos que olvidados han empezado a mordisquear el plástico.
por esa capa fina de las palabras que sobraron.
el café quedó así, sin recalentar
el queso se suavizó tanto que tuve que tirarlo
y la masa blanca en el basurero dolió.
la cocina un museo triste de lo nuestro,
todo intacto,
y los gatos que olvidados han empezado a mordisquear el plástico.
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