el regreso ha sido también un reencuentro con mi madre. hoy contó que de niña, en barrio luján y camino a clases de catecismo, le compraba pedazos de panal a una negra limonense. que lo hacía a escondidas de mis abuelos, por un cinco bien ahorrado. llegaron los momentos de ver - más que de oír - a la madre indagando en la memoria. verla hablar. el regreso como botella de vino compartida.
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