8.5.14

los muchachos

llegaron los muchachos al pueblo - todos piedras del mismo patio - y decidieron armar su carpa. decidieron amarse y al amanecer se rompieron las caras y se abrazaron. no alcanzó el alcohol pero sobró sudor, son de los que han aprendido la matemática de la necesidad. con el sol secándoles la sangre empezaron a caminar. la carpa quedó ahí, mecida por el mismo viento que ahora les cicatriza párpados y mentones, por el viento que descansa sobre los techos del pueblo que se excita cuando los ve llegar. los muchachos son la piel del mundo, son el niño que no entiende. los muchachos vienen acompañados de la muerte y por eso no temen ni a violentarse ni a verse a los ojos para decirse que se aman.

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